Sabías que, en 2015 el 50% de las empresas enfocaba sus KPIS a la reducción de costos logísticos, actualmente se están enfocando en KPIS al servicio al cliente. Las prioridades de las empresas cambian con el tiempo, establecer un indicador logístico adecuado no depende de una selección aleatoria, se debe tener el conocimiento para saber cómo hacer un KPI capaz de media cada objetivo de forma precisa, de acuerdo a las necesidades del momento.
Cada KPI en logística debe tener un propósito, se deben plantear metas claras basadas en objetivos SMART (Specific, Measurable, Achievable, Relevan, Timely). Una vez que ya tienes definido el objetivo, es más fácil desarrollar los KPI, te ayudarán a medir la eficacia y productividad de los procesos destinados a la consecución del objetivo.
Busca uno o varios factores cuantitativos que sean precisos y que te muestren de forma clara los resultados del esfuerzo invertido para lograr la meta. Ejemplo, un factor podría ser los plazos de tiempo de entrega en la última milla. Así, medir los plazos de tiempo de entrega en la última milla te permitirá reconocer si tu equipo logró alcanzar el objetivo o no.
Cuando ya se ha determinado qué se medirá, se debe dar un enfoque al indicador en tiempo y espacio, en cuanto a la evaluación de la cadena de suministro:
- Tiempo. Definir si la medición será diaria, semanal o mensual
- Espacio. Se enfocará en sucursal, ciudad o país
No es suficiente crear el objetivo e indicador, se debe gestionar de dónde va a provenir el flujo de información que lo va a alimentar. En este paso se debe identificar todos los procesos logísticos que están estrechamente relacionados con el KPI.
Llegando a este punto, se le da un nombre específico al KPI, teniendo en cuenta los parámetros explicados, ya sea que se trate de un KPI de entregas última milla, satisfacción al cliente o cualquier otra área de la logística.
Los indicadores son infalibles en el sector logística, permite tener una visión completa de los esfuerzos realizados.